1 de gener del 2005

Luis Scafati i el vampir nòrdic

Divendres 15 de maig

En ocasió de la vampírica aparició a les llibreries, per part d'Ediciones Nórdica, de Vi, de "Vi", un relat de vampirs de Nicolái Gógol amb il·lustracions de Luis Scafati, volem convidar-vos a conèixer les obres que Libros del Zorro Rojo hem publicat d'aquest gran il·lustrador. Es referim a La metamorfosis, de Franz Kafka; La aventura del Town-Ho, de Herman Melville; El gato negro, d'Edgar Allan Poe, La ciudad ausente, de Ricardo Piglia, així com també la seva personal, fascinant i original versió de Dràcula, (editat tambè en català), obres que en el seu conjunt li han
valgut a Luis Scafati un gran reconeixement a tot l'Estat Espanyol.


En aquest vídeo, ens explica algunes anècdotes del seu ofici i l'excepcional treball que va realitzar basant-se en l'obra capital de Bram Stoker.


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El vampiro nórdico, segunda parte
Dilluns 18 de maig

Señor Moreno:
Nada mejor que sus comentarios para arrojar luz sobre las tinieblas de Transilvania. Nos permitimos reproducir su respuesta para organizar nuestra contrarréplica, que el atento lector sabrá distinguir sin mayor dificultad.

Estimados señores de El zorro rojo:

Soy Diego Moreno, editor de Nórdica Libros. Pensaba haberos escrito un correo electrónico hoy para aclarar las cosas, pero como veo que lo habéis puesto en un blog me parece que lo mejor es tratar el tema públicamente:

El viernes recibí una llamada bastante ofensiva en la que se me acusaba de robaros un ilustrador. Ante esa acusación señalo.

Dice usted haber sido víctima de una llamada bastante ofensiva. En ningún momento quisimos herir su susceptibilidad, que puede ejercer como guste; con todo, preguntamos, ¿y la viga en el ojo propio?; ¿la ofensa de ignorar el trabajo y el esfuerzo de sus colegas? Encima es falso que usted fuera acusado de hurto, el vampirismo es otra cosa.

1. Propuse a Luis Scafati hacer las ilustraciones del libro "Vi" de Nikolái Gógol, propuesta que el aceptó encantado. Conocía el trabajo suyo por algunos libros de El zorro rojo y me parecía el ilustrador ideal para ese texto.

Está claro que las editoriales tienen derecho a trabajar con distintos ilustradores, sobre todo si ello es posible porque no tienen contratos de exclusividad; de igual modo, nada impide a los ilustradores ofrecer su trabajo o recibir encargos de diferentes editoriales. Lo contrario sería ridículo. Ahora bien, cuando se confronta ese criterio general, que todos compartimos, con contextos específicos, aparecen realidades que exigen ser analizadas. Scafati ha logrado ser un autor reconocido en España por obra y gracia de su propio talento artístico, pero tambien porque LZR apostó de manera decisiva por su trabajo, publicando en cuatro años cinco obras suyas, las únicas que hasta el presente se conseguían en las librerías. Esto hace de Scafati un ilustrador identitario para nuestra editorial. Por una parte, sus trabajos ayudaron a convertir a LZR en un sello de referencia dentro de la oferta de obras ilustradas para jóvenes y adultos; por otra parte, nosotros hicimos todo lo que estuvo al alcance para difundir la producción de Scafati en un mercado inédito para él. Usted mismo lo reconoce: tomó conocimiento de Scafati por LZR; es decir, gracias al trabajo que acometimos durante años para difundirlo en España. Sólo por malicia o ignorancia un editor puede soslayarlo. También reconoce usted que Scafati es un ilustrador ideal para un relato de vampiros. Nada más cierto, hace cuatro año lo entrevimos y dos años después publicamos su versión de Drácula, organizando exposiciones en Barcelona y Madrid, igual que antes y después lo hiciéramos con el resto de sus obras.

2. En ningún momento nadie me señaló que Luis Scafati trabajese en exclusividad para El zorro rojo.

Desde luego Luis Scafati no trabaja en exclusividad; en Argentina colabora con varias editoriales y con numerosos medios de prensa de diferentes países. Pero en España toda su obra fue publicada hasta el presente por LZR. Algo semejante sucede con Shaun Tan, un excelente autor que ha producido obras admirables. Bárbara Fiore lleva publicados en España cuatro trabajos suyos, pero no tiene un contrato en exclusiva con el sello responsable de la ediciones originales. Nos encanta Shaun Tan, nos encantaría incluirlo en nuestro catálogo; todas sus obras, además, son éxitos comerciales; sin embargo, jamás se nos ocurriría iniciar una gestión por los derechos de Shaun Tan mientras Bábara Fiore continuara interesada en publicar sus obras. Quizá sea por un sentido algo anticuado de lo que entendemos por ética del editor independiente, pero no lo haríamos. Por lo visto, Nórdica sí. Para mayor abundamiento, lo instamos a la lectura de El autor y su editor de Siegfried Unseld, donde podrá intimar con una clara deontología de nuestro oficio.

3. Creo que lo mejor para un ilustrador es poder trabajar en diferentes sellos, entre otras cosas porque vive de su trabajo y la difusión del mismo es fundamental. Impedir que un ilustrador trabaje para otras editoriales me parece que no es tener mucho aprecio por él.

Ese comentario, ¡ay!, es la cantinela enloquecedora que se escucha en los despachos de los grupos editoriales. Los pequeños sellos con vocación, señor Moreno, suelen asumir el trabajo de «descubrimiento», difusión y forja de un autor inédito en determinado mercado. Tales tareas son siempre riesgosas, originalmente deficitarias y los grupos no las llevan a cabo porque toda incertidumbre está prohibida, atenta contra la rentabilidad y se castiga con el despido. Harto mejor para ellos es aguardar el momento oportuno para cometer la abducción. Es lamentable que dicha práctica, escudada maliciosamente en un argumento noble, cale en un sello independiente galardonado con el Premio a la Mejor Labor Editorial 2008. Genuina falta de aprecio hacia un ilustrador y a la difusión de su obra es omitir, en la edición de su reseña autoral, el título de sus trabajos disponibles en plaza. Ese afectuoso silencio consta en la web de Nórdica.

4. Este año voy a publicar la obra de ilustradores inéditos. Animo a El zorro rojo a que publique trabajos suyos. Es lo mejor para ellos y jamás lo consideraré un robo. Un ilustrador no es como un escritor, que tarda años en escribir un libro. Entiendo que la situación ideal para un ilustrador es trabajar con muchas editoriales de muchos países de manera que llegue al mayor número de lectores posibles.

Respecto de sus ilustradores inéditos, al momento ignoramos de quiénes se trata; llegado el caso publicaríamos sus trabajos si no fueran una seña identitaria de Nórdica, si nuestro minúsculo presupuesto lo permitiera y sobre todo si destacaran por un talento profundo. Asimismo, la distinción que usted establece entre el trabajo de los ilustradores y los escritores seguramente no será nada bienvenida entre los primeros. Se equivoca usted si piensa que el tiempo es la unidad capaz de mensurar el talento. Un escritor puede tardar poco en escribir una obra notable, y un ilustrador errar muchos años hasta elaborar algo digno. Scafati demoró dos años, y toda su carrera profesional, en forjar una obra como Drácula; a Pessoa le bastó un día, que fue el resumen de su vida, para componer decenas de sus poesías más bellas.

5. Además, y aunque esto es lo menos importante, el libro "Vi" no es un libro de vampiros. Quien lea el texto encontrará uno de los más originales relatos de Gógol sobre un monstruo llamado "Vi".

Supongamos que a esta editorial la integran iletrados, gente que ignora de qué trata Vi de Gógol, supongamos que Scafati nunca publicó Drácula y supongamos también que en la web de Nórdica no consta la cita del crítico norteamericano Edmund Wilson, presentando Vi como «un cuento de vampiros, uno de los más terroríficos especímenes de su clase jamás escrito». Supongamos todo eso y la razón es suya.

6. En nuestra editorial seguimos un criterio básico: no meternos en el trabajo de otras editoriales. Hace tiempo pudimos publicar "El perseguidor" de Julio Cortázar y al enterarme de que El zorro rojo iba a realizar una edición decidí retirarme. Así que, de Vampiro, poco.

Su primera frase, la refuta todo este incidente; la segunda es absurda también. ¿Qué otro camino le quedaba a usted, sino el de abstenerse de publicar El perseguidor cuando sus derechos ya los había gestionado otra editorial?

7. Hasta ahora me he dedicado a elogiar el buen trabajo de El zorro rojo: en numerosas artículos sobre el libro ilustrado he hablado muy bien de vuestro trabajo (incluso he animado a varios periodistas a que os incluyesen en los artículos). A partir de hoy me lo pensaré mucho, pues tanto la llamada del viernes como esta entrada de blog me han decepcionado profundamente.

Esta editorial, a pesar de su condición minúscula, puede prescindir de un apologista como usted. Un editor es su catálogo y éste el elenco de autores que allí se dan cita, de modo que al momento de decidir si prefiere hablar bien o mal de nuestra labor, debería tener presente a Antonio Seguí, Pat Andrea, José Muñoz, Eduardo Galeano, Federico García Lorca, Pablo Neruda, Julio Cortázar, Carlos Nine, Javier Serrano, Enrique Breccia, Emilio Urberuaga, Alejandra Pizarnik, Elena Odriozola, Javier Zabala, Antonio Santos, Nicolás Guillén, Arnal Ballester, Ricardo Piglia, Mario Benedetti, Juan Gelman, Luis Scafati...

Espero que este comentario sea publicado en su blog.

Desde luego y lo instamos a hacer lo propio, a reproducir este intercambio en el blog de Nórdica para compartirlo con sus lectores y sus autores.

Por último queremos señalar que iniciamos este debate porque nos sentimos agredidos. Creemos que una editorial independiente no debe eludir nunca la ética más elemental aprovechándose del esfuerzo de otra editorial independiente, que pone en juego sus recursos y su trabajo para difundir el talento de artistas valiosos. Con todo, el debate que en verdad nos preocupa no es ni será con Nórdica; nuestro verdadero debate, nuestra lucha diaria, es en realidad contra los bajos índices de lectura, contra los muchos malos libros que inundan las librerías, contra la degradación del libro ilustrado, y contra un larguísimo etcétera, que también debería contar con los esfuerzos de Nórdica por más insignificantes que resulten. Ninguna otra esgrima nos interesa.

Libros del Zorro Rojo